
“Libérate de los Plásticos”, es la campaña que CESTA junto al Colectivo Jaguares de la Madre Tierra, ha lanzado a nivel nacional, esto con el objetivo de alertar y exigir la reducción de producción y consumo de los plásticos de un sólo uso en El Salvador.
Con esta campaña se busca que la población salvadoreña contribuya en la reducción de productos desechables, y que los diputados de la Asamblea Legislativa, emitan un Ley de Prohibición de Plásticos de un solo Uso, al mismo tiempo promuevan artículos alternativos y amigables con el ambiente.
Para la fabricación del plástico se utilizan más de 170 sustancias químicas, las que ocasionan impactos a los ecosistemas y a la salud humana como; cáncer, deterioro del sistema inmune y reproductivo, entre otros.
El CESTA afirma que la combinación de sustancias tóxicas en la manufactura, la persistencia del plástico en el ambiente y el potencial para entregar altas dosis de tóxicos a la vida marina y ecosistemas terrestres, todo eso apunta a la necesidad de reducir dramáticamente el consumo y rediseñar el uso de plásticos.
Otra situación que se debe tomar en cuenta, es que a raíz de la pandemia por COVID 19, son utilizados desmedidamente productos descartables para la bioseguridad (mascarillas, guantes entre otros). Dichos desechos sanitarios, son un potencial de riesgo para la salud y el ambiente, cuando no son tratados correctamente.
Es importante destacar que las actividades cotidianas básicas como; la preparación o consumo de alimentos que son utilizados con sobre envoltorios o en bandejas de poliestireno desechables derivados del petróleo, son parte de los usos exagerados de desechables, materiales que son aparentemente sinónimos de “salud y limpieza”, en sí contaminan y provocan una gran injusticia ambiental.
Es lamentable que las compañías productoras de estos artículos no puedan prevenir ni controlar los riesgos químicos en lugares de trabajo, tampoco garantizar productos seguros, ni manejar adecuadamente sus desechos, lo mismo se puede decir de los recicladores y recicladoras, de los que administran lugares de disposición final.
Que las corporaciones inviertan mil millones de dólares en la campaña “Alianza para Terminar los Desechos Plásticos” no es suficiente, ya que por otra parte estas mismas invierten 200 mil millones de dólares para que así en 5 años se pueda expandir su producción.
Para 2017 la producción de plástico virgen rondó los 9000 millones de toneladas, con una producción mundial actual de cerca de 450 millones de toneladas al año, de las cuales unas 200 se dedican para producir artículos de un solo uso, como bolsas para la compra, empaquetado de comidas y bebidas, pajillas, recipientes y cubiertos en las ventas de comida.
Los artículos de un solo uso incrementan la cantidad de basura de forma inmediata y el resto de los artículos se suman como basura al terminar su vida útil que suele ser a los pocos meses o años.
De los desechos plásticos, solo el 8% se recicla, el 12% lo incineran y el 80% del plástico se acumula en botaderos y al ambiente natural donde se degrada en micropartículas que contaminan las aguas y el aire etc.
El Salvador “Libre de Plástico” requiere del involucramiento de todos los sectores, desde el consumidor final, municipalidad y de voluntad política para que regule a las empresas responsable de la contaminación plástica.
Realmente merece la pena intentarlo porque todos /as y el planeta saldrá beneficiado, se evitará la contaminación de la biodiversidad y de las personas, la pérdida de recursos naturales y la desaparición de ecosistemas muy valiosos.
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