Agricultoras y Agricultores de los municipios de Santa Clara, San Vicente, Tenancingo, Cuscatlán, Santo Tomás, Santiago Texacuangos y San Marcos, del departamento de San Salvador, quienes cultivan productos con base a la agroecología, participan en un segundo intercambio de semillas criollas, con el ánimo de rescatar plantas en peligro de extinción y así, fomentar una forma de alimentación más sana, sin consumo de pesticidas.


Ricardo Navarro, presidente de (CESTA), destacó que este tipo de actividades consisten en fomentar el intercambio de semillas y la producción sana sin uso de agroquímicos, pues en el país hay grandes producciones de monocultivos y es necesario reducir este tipo de prácticas a una más amigable con el ambiente; además, es una forma de apoyar a los agricultores/as de menos recursos económicos a ganarse la vida.


Roxana Romero, habitante del municipio de Santa Clara, mencionó que en sus parcelas cultivan chile verde, cebollines, tomate, pepinos, y también producen huevos y leche de cabra. El CESTA les ha capacitado para el funcionamiento de una tienda agroecológica, que próximamente se abrirá en el municipio, la cual está en construcción.


“Hago la invitación a la juventud para que se una a este tipo de agricultura, porque no tiene químicos, es algo natural y ayuda a la salud, uno se enferma menos en comparación con otros productos que tienen muchos químicos”, recalcó.


Desde hace varios años CESTA impulsa la agroecología en diferentes zonas y comunidades, las familias producen alimentos sanos, diversos, de mejor calidad y de esta manera protegen los bienes naturales, prescindiendo así del uso de sustancias agroquímicas que tantos efectos dañinos ocasiona a la salud humana y el ambiente.


Con la agroecología la población garantiza su alimentación, produce su propia comida mediante la creación de los huertos familiares, urbanos y periurbanos, los cuales surgen por la experiencia de las comunidades indígenas, que ha sido una práctica milenaria y ancestral, donde los pueblos originarios han utilizado semillas nativas y técnicas sin uso de agrotóxicos y pesticidas.


El cultivo a través de huertos caseros o familiares no sólo ataca la situación de hambre producida en las comunidades más empobrecidas después de la pandemia del COVID-19, sino también fomenta la economía solidaria porque promueve el intercambio de los productos.

Written by Comunicaciones CESTA