En ocasión al 8 de marzo Día Internacional de la Mujer, recordamos solemnemente el tránsito por la violencia histórica de nuestras antecesoras que han resistido con disciplina, intelecto y coraje de manera incansable contra el patriarcado, para construir la base de una lucha por la justicia, la equidad y la reivindicación de los derechos de las mujeres, que a día de hoy no ha perdido vigencia.


Para Amigos de la Tierra Internacional la movilización es un acto de compromiso con las mujeres que siguen luchando, para propiciar el desmantelamiento de un sistema de opresiones que se fortalecen entre sí y encuentran sus raíces más profundas en la violencia, la división, la otredad, la indiferencia y el desvalor de la vida en todas sus formas.
Las desigualdades estructurales que afectan a las mujeres salvadoreñas trabajadoras, indígenas, negras, de color, campesinas, inmigrantes y LGBTIQ+, se han acentuado durante la pandemia de Covid-19; en un Estado negligente, que se desmorona al antojo de las mayorías coyunturales.


El Salvador se posiciona como el segundo país de América Latina con la tasa más alta de feminicidios según el Observatorio de Igualdad de Genero de América Latina y El Caribe. También durante el confinamiento por la pandemia del Covid-19, la violencia contra la mujer en la familia aumentó un 70% según ORMUSA; situación que contrasta con las declaraciones del oficialismo, que se atribuye en menos de un año el logro de un país más seguro para las mujeres, quienes a pesar de ello siguen sufriendo violencias, mientras las instituciones creadas para protegerlas se desarticulan con espejismos.


En el primer semestre del 2020, se reportó un aumento de embarazos en niñas de 10 a 14 años de edad, en un 79.16% y en adolescentes del 71.6% según las estadísticas del Ministerio de Salud. Mientras los altos mandos se codean con agresores y estupristas de renombre.


Ante en la ausencia e incapacidad absoluta de un Estado que legitima la violencia machista, respalda a los agresores y los posiciona políticamente para su beneficio. Creemos que la única forma de garantizar una vida digna para las mujeres y la naturaleza, es creando espacios de acompañamiento e información para las organizaciones feministas, comunidades y territorios.

Written by Comunicaciones CESTA